¿Quién soy?




Me llamo Ester, soy mamá de tres hij@s. Empecé este camino hace 12 años.
Provengo del mundo de la educación y mis inicios estuvieron marcados por el "saber hacer de la educación". Con la llegada de mi primer hijo empecé a sospechar que no hay un "buen hacer", que lo que funcionó a mi amiga podía no servirme a mí.
Leo me enseñó y me enseña, a estar disponible a lo que acontezca, a escuchar a mi instinto (sexto sentido, voz interior,brújula natural...). Junto con su maternaje, el coaching educativo me ayudó a ir despojándome de ideas equivocadas y rígidas, que me dificultaban conectar con mi sentir hacia mi misma y hacía él.
Tras la crianza de mi segunda hija Bela, focalicé mis estudios en la infancia. Centrándome en la terapia gestalt infantil. Ésta me despertó la necesidad de adentrarme en profundidad en la primera etapa del desarrollo (0 a 3 años) y una vez finalizada la formación, continué mis aprendizajes en acompañamiento emocional, más específico en los años de 0 a 6, con Verónica Anton, en SENDA. Paralelamente cursé un módulo on line, de asesoramiento materno-filial.
Allí descubrí la necesidad de criar desde la coherencia con un@ mism@. Tras todas estas formaciones y con el día a día como madre llegó Sol, mi sobrina. El primer parto que acompañé como doula, donde me estrené sin saberlo. Fue el regalo más bonito que pudo hacerme mi hermana. Permitirme estar presente en su nacimiento como madre y el de su hija. En su labor de parto, pude observar la naturaleza de la mujer y su fuerza. Sentí la alquimia del alumbramiento. Fue un parto fantástico, lleno de fuerza, de vulnerabilidad, de convicción, de dudas. Con un desenlace maravilloso que ahora tiene 6 años y un hermanito de 2 y medio (Artur).

Después del nacimiento de mi sobrina, hubo miles de lecturas acerca de la gestación, del parto, del post parto, y entre esas lecturas y descubrimientos llegó Aran, mi tercer retoño. La cumbre, la montaña.

Quise sentir su gestación y su llegada de manera lúcida, consciente, plena. Practiqué yoga para embarazadas y concienciación corporal. Leí sobre gestación, partos, sobre la crianza respetuosa, el movimiento libre. Opté por empoderarme, creer en mis capacidades como mujer, para acompañar a mí bebé en su fase intrauterina, en su nacimiento y su llegada a este mundo. Este camino lo transité junto a Martí,coautor de la criatura. Fue el viaje más bonito que hice y se convirtió en un punto de inflexión.

Me prometí, que haría lo que estuviera en mis manos para acompañar y facilitar este camino a otras mamás y familias.

Un año más tarde, me formé con Tere Puig, en yoga para embarazadas y crianza. Esto me ayudó a volver al cuerpo y entender que poniéndole la escucha adecuada nos guía hacía la comprensión.
Esta formación me acabó de convencer de seguir el camino de las Doulas. Un poquitín más tarde, conocí a Flor, Andrea y Ana Luisa mis tutoras de Quiero ser Doula, junto con un grupo de mujeres bellas e impresionantes, me sumergí en el doulaje y aquí estoy.



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