Embarazo. Parte I: Una mirada al primer trimestre.
El inicio del camino: la intención.
Como cualquier proyecto que iniciamos, debemos
tener en mente un plan o un propósito, donde dirigir nuestros pensamientos y
acciones.
Definir y concretar la intención con la que
queremos vivir nuestro embarazo, parto y crianza es una asignatura esencial
para ser las creadoras y conductoras de nuestras gestaciones.
Empieza a ser casi algo científico los efectos
que se producen en nuestra vida el tipo de intención y filosofía con la que
abordamos nuestro día a día.
Las doulas buscamos acompañar a las mujeres en
el propio descubrimiento de su ser y de sus intenciones para/con su embarazo,
desde el respeto, la libertad y la coherencia.
En mi ideario como mujer, como madre y como
doula, concibo el proceso de embarazo, parto y crianza con alegría, con
confianza y consciencia para conocerse y conectar con el bebé. Esto nos
conducirá a construir el modelo de mujer y madre que deseamos ser, manteniéndonos
en sintonía con nuestro sentir. Luego, sentirnos fieles a nosotras mismas a
pesar de las circunstancias que nos toque vivir, mantendrá alejada la dichosa “Culpa”
de nuestro camino. Motivo por el que se hace imprescindible, conocer qué nos
ocurre física y emocionalmente, durante esta etapa. Aprovechando la ocasión,
para reflexionar sobre cómo vivimos y cómo queremos que sean los primeros
inicios, en lo que se irá convirtiendo nuestra familia.
El mejor momento para iniciar esta reflexión, es
justo estas primeras semanas de embarazo, ya que es la etapa del Sentir.
Comprobaremos los cambios hormonales por los que
se transitan, el cansancio que se siente, el sueño, el miedo, la ambivalencia, éstas y muchas otras más son
sensaciones propias de estos primeros días.
En esta época, se dará el mayor crecimiento
del embrión. Será un crecimiento muy intenso y rápido, estas características del
desarrollo son las que hacen que este momento sea de mayor fragilidad para el/la
futur@ bebé, por ello hay mayor posibilidad o riesgo de aborto.
La escucha, el respeto hacía nuestro cuerpo y
nuestro sentir nos beneficiará a la hora de poder concedernos el descanso, la
calma y la atención que durante el primer trimestre podemos necesitar, para dar
respuesta a nuestras necesidades y las que pueda tener nuestr@ hij@.
Es el mejor momento para trabajar la
percepción, conectar con nuestra sensación corporal, con sus cambios y los del
bebé.
Nos encontramos en la ocasión idónea para el
recogimiento.
Podemos toparnos con tantos sentimientos y
emociones como mujeres que habitan el mundo, pero durante este trimestre suele
aparecer una emoción como factor común entre todas las embarazadas, el miedo.
Durante estas primeras semanas se agudiza el
temor y suele acompañarnos a lo largo de la vida de nuestr@s hij@s, transformándose,
en función de cada momento y cada etapa.
Este agudizamiento del miedo nos tiende a querer
“olvidar” el embarazo o a no nombrarlo por temor a su perdida. En ocasiones,
decidimos “dejar de sentir” alejándonos de nuestra percepción corporal. A pesar
de que este alejamiento no es el más beneficioso, existe la creencia en nuestro
entorno que es mejor no compartir el estado de buena esperanza en el que nos
encontramos con nuestr@s allegad@s. Y se nos invita a vivir en soledad pero tranquilas, felices y alejadas de situaciones
que puedan ocasionar sufrimiento o estrés. No obstante, siento que debemos
vivir la realidad que nos toca, viviendo cada emoción de manera natural porque
forma parte de la vida y debemos aprender a gestionarlas. A su vez, esta
práctica facilitará a nuestr@ bebés el aprendizaje y la adquisición de recursos
para gestionar los diferentes estados emocionales que vivimos todas las
personas.
Existen herramientas que nos ayudaran a
aprender a respirar, fluir y vivir cada momento de forma asertiva. Transformando
con la serenidad nuestras preocupaciones.
Estos mecanismos podemos encontrarlos en la
práctica del yoga, de la meditación, a través de la hipnosis, la música y
cantos, la danza, etc.
Tan solo debemos escucharnos para conocer cual
es la que se ajusta a nosotr@s.
Hay quien dice que parimos como vivimos, si esto es así debemos escoger como estar en el aquí y el ahora para poder escoger como estar en el mañana.


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